miércoles, 30 de septiembre de 2009
Martes 29, 6º día de Marcha. Salimos de Barcelona, entramos en Lleida.
Ya llevamos 6 días de Marcha hemos entrado en Lleida, una provincia menos. O más correcto sería decir una provincia más en nuestro haber. Una provincia de Barcelona algo más consciente de lo que significa la Ley de Extranjería y esta reforma, de su carácter regresivo y discriminatorio, de los derechos que nos niega, de la dignidad que nos arrebata a los y las inmigrantes..
Y los 6 días están dejando huella. Por supuesto que se nota en nuestra fatiga pero eso ya lo sabíamos, ya lo dábamos por descontado. Se nota en que la Marcha va adquiriendo fuerza. Se nota en que todos: marchantes, organizaciones de inmigrantes e instituciones se van convenciendo de que la Marcha llegará a Madrid.
Y esto se traduce en que la prensa que tras el día de salida nos hizo el vacio, vuelve a aparecer.
Ayer vino Al-Jazeera y hoy TV3 y La Mañana de Lleida. Se traduce en que los diferentes Ayuntamientos de nuestro itinerario ya nos están garantizando Polideportivos o locales públicos donde pasar la noche y la Cruz Roja cuida de nuestras condiciones físicas.
Pero en donde más claro se muestra la fuerza que va cogiendo la Marcha es en la agitación que atraviesa los pueblos por donde pasamos.
Hoy Cervera fue una gran experiencia. Ayer, desde la Penedella, una avanzadilla de la Marcha habíamos sembrado de propaganda la ciudad y notábamos un gran interés. Inmigrantes de Marruecos, Mali, Nigeria, Argelia,… se acercaban a recoger el Manifiesto, lo leían en grupo y nos preguntaban miles de cosas, el ambiente prometía.
Y así fue. Llegamos a Cervera sobre las 3 de la tarde y nos fuimos directamente a comer (de nuevo nos avi-tualló el shawarma pakistaní) y luego tras un breve reportaje de TV3, fuimos directamente a por faena. Sali-mos por el pueblo en manifestación.
Y esta fue la prueba definitiva, no cabíamos por las calles estrechas, nos faltaban pancartas y nuestra voz retumbaba en las paredes. No era por las cualidades nutritivas del shawarma sino porque decenas de inmigrantes se unían a nuestro paso, gritaban contra la Ley de Extranjería, eso sí que era alimento.
Volvimos al polideportivo en olor a multitud y eso que eran muchos los que se quejaban: “aquí hay miles de inmigrantes y no aparecen, para una vez que nos manifestamos, esto había que hacerlo todos los días” decía un marroquí. “Muy bien, muy bien, ¿Cuándo regresáis? Es para estar esperándoos” terciaba un negro alto con su niñita en brazos. “Viva Bolivia” gritaban dos chavalas sudamericanas. “Hoy venís vosotros y nos sentimos como en casa pero mañana la policía municipal volverá a las redadas y nosotros a sudar en el campo, ojalá estuviésemos siempre todos juntos, desaparecería el miedo” afirmaba un marroquí.
Mañana será otro día, llegaremos a Tárraga, unos 15 quilómetros de Marcha. Se volverán a notar en nuestras piernas pero si la acogida es como en Cervera, bienvenida sea esta fatiga.
Comisión Técnica en la Marcha por la Igualdad
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